CAMINOS DEL MEZCAL
La particular magia del estado de Oaxaca, ésa que atrapa los corazones de viajeros nacionales y extranjeros, tiene que ver con el misterio y las tradiciones que le han legado, a través de los siglos, los numerosos pueblos originarios que habitan en él.
En ese maravilloso territorio que abarca de la Sierra Mixteca hasta el Istmo de Tehuantepec coinciden talentosos artesanos con artistas plásticos de vanguardia, coloridas fiestas populares y una vasta gastronomía que por sí misma podría explicar por qué la cocina mexicana es considerada patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la unesco.
Y la zona de los Valles Centrales, donde habitan diversas poblaciones, cada una con sus propias tradiciones, fiestas y, por supuesto, su propia cultura gastronómica, es el punto de partida de la ruta Caminos del Mezcal. El recorrido permite descubrir las tradiciones que envuelven a la bebida que desde tiempos prehispánicos —como demuestran hallazgos recientes de hornos de tierra con vasijas de barro e indicios de material orgánico de maguey—, complementa los deliciosos platillos de la región.
RUTA CAMINOS DEL MEZCAL
Caminos del Mezcal le ofrece al visitante la oportunidad de experimentarin situ todo lo que involucra la producción del mezcal, desde los plantíos de agaves hasta su envase, y por supuesto la degustación con su maridaje natural: la cocina oaxaqueña, que es reconocida a nivel nacional e internacional por su alto valor cultural, su inmensa variedad de ingredientes y sus sofisticadas técnicas de preparación.
Un viaje a través de los Caminos del Mezcal permite conocer el universo que envuelve a esta bebida ancestral: en el proceso tradicional, los agaves de los cuales se obtiene deben madurar al menos 7, 9 o hasta 20 años antes de poderlos cortar en forma de “piñas”. Éstas se cuecen a la leña en hornos de tierra (de ahí el sabor ahumado) para después molerlas, en molinos de piedra tirados casi siempre por burros o caballos, o bien en canoas de mampostería, donde los trozos de piña cocida se sigue golpeando en algunos sitios con palas de madera. De ahí, se pasa a la fermentación natural, hasta ese momento justo que sólo el maestro mezcalero sabe detectar. Entonces la mezcla se destila en alambiques —de barro o cobre— durante largas veladas, que son la única forma de obtener el preciado líquido cristalino en su mejor expresión.
En tres de las siete regiones que conforman Oaxaca se produce mezcal, mientras que, de sus dieciséis grupos etnolingüísticos, por lo menos tres elaboran la bebida, principalmente los zapotecos, ya sean del Valle o de la Sierra.
Y lo cierto es que la ruta Caminos del Mezcal permite adentrarse en un rico mosaico de culturas, ya que tanto en los valles como en las serranías, el mezcal se destila en comunidades donde las tradiciones marcan los tiempos de la cosecha. Los rituales, la medicina tradicional y los festejos le permiten al visitante tener un acercamiento con los maestros que moldean los magueyes para luego procesarlos y extraer de ellos sus fabulosos aromas y sabores.
Durante las visitas a las comunidades productoras, es posible conocer los campos donde los magueyes crecen de manera silvestre o bien cultivada; observar la fauna y flora nativas, pero ante todo descubrir la diversidad biológica de la que goza Oaxaca.
Aprender algún remedio en el que se emplea el mezcal, algún nombre en zapoteco o mixteco, o alguna costumbre ritual del uso del elíxir, son sólo algunas de las formas en las cuales el visitante podrá ampliar su cultura sobre una bebida tan distintivamente mexicana.
CAMINOS DEL MEZCAL GUIA TURISTICA
Muchos de los palenques (fábricas de mezcal) son pequeños, de hecho familiares, y cada uno se especializa en la producción de ciertas variedades de agave. Pero eso sí: en todos el visitante podrá gozar de ricas conversaciones con los maestros mezcaleros, dueños de este arte y también de la manera de transmitir su conocimiento.
Así, además de degustar el mezcal, el visitante podrá participar en festividades, involucrarse en la vida comunitaria, y adentrarse en el calendario de producción de la preciada bebida.
Por lo demás, la ruta le permite al viajero que gusta de la aventura recorrer caminos sinuosos, presenciar amaneceres y atardeceres espectaculares, observar los cielos de Oaxaca y sus montañas, pero ante todo tratar con su gente.
Entre los diferentes atractivos naturales y culturales que se encuentran a lo largo de la ruta están el templo y el ex convento de San Jerónimo Tlacochahuaya, los talleres de elaboración de tapetes de lana, principalmente en Teotitlán del Valle, el mercado dominical de Tlacolula de Matamoros, los coloridos textiles de Mitla y los sabores y aromas del mezcal artesanal de Santiago Matatlán... por no hablar de la hospitalidad que caracteriza a los establecimientos turísticos de los municipios que integran la ruta.
Y en materia de arqueología, la ruta Caminos del Mezcal atraviesa vestigios indelebles de la cultura zapoteca prehispánica, entre ellos los sitios de Dainzú, Lambityeco, Yagul y la mítica ciudad de los muertos, Mitla.
Geográficamente, la ruta Caminos del Mezcal se despliega en una franja ubicada en el territorio de los distritos Centro y Tlacolula, en la región de los Valles Centrales. Inicia en la Ciudad de Oaxaca y recorre los municipios de Santa María del Tule, San Jerónimo Tlacochahuaya, Teotitlán del Valle, Tlacolula de Matamoros, San Pablo Villa de Mitla y Santiago Matatlán